Tuve el privilegio de asistir al estreno de la película en España y aquí tienes mi crítica de “Mazinger Z: Infinity” (2018)
Situación de partida.
La película nos sitúa 10 años después de la última gran batalla de Mazinger Z. El mundo es un lugar seguro en el que reina la paz y la tranquilidad para todos los habitantes. La energía fotónica sirve para el desarrollo de la civilización y cada vez hay más usos productivos que se le pueden dar.
Estamos en Japón donde el primer ministro es ahora Gennosuke Yumi, el padre de Sayaka. La primera parte del film trata precisamente de situarnos en esta nueva etapa de los personajes que pasan de ser adolescentes a jóvenes ya asentados y con ideas de formar una familia. El la vida cotidiana que nos muestran podemos ver cómo es el transporte público y cómo son los coches autónomos, con un guiño nada disimulado a una conocida marca nipona. Plantean un futuro no muy lejano donde la inteligencia artificial forma parte de nuestra vida cotidiana.
La trama principal.
Todo comienza a cambiar cuando en una investigación bajo el monte Fuji se descubre una extraña forma de vida androide que Koji, presentado ahora como científico, intenta analizar a fondo y comprender su esencia y sus posibilidades.
Poco después aparece de nuevo en escena el malvado Doctor Infierno, quien trata de nuevo de conquistar el mundo atacando primero con sus bestias mecánicas y llegando más allá aprovechando todo el poder que puede otorgarte el uso masivo de energía fotónica.
El aspecto humano y espiritual.
Sin duda, llama mucho la atención por un lado que la historia desarrolla bastante la relación entre los personajes y sus sentimientos. Podemos ver ilusión, frustración, ira y esperanza mezclados en la trama principal por lo que no podemos decir que Mazinger Z Infinity sea solo una peli de batallitas de robots. De hecho hay un mensaje principal que quieren dejar muy claro: el mal triunfa en el mundo porque los humanos no nos ponemos de acuerdo y nos enfrentamos en lugar de unirnos por un bien común.
El estilo narrativo.
Habiendo pasado 40 años desde el estreno de la serie, era de esperar que la técnica de animación fuera mucho más potente y así es. Los robots parecen moverse al doble de velocidad en la pantalla y los efectos de sonido son impactantes e impecables. El doblaje de los personajes en la versión española que analizo está a la altura de lo esperado con muy buena calidad en las voces. La ambientación musical tampoco falla en este caso y los aficionados reconocerán las notas predominantes de las melodías que acompañaban a la serie de TV.
El ritmo de narración no es nada cansino porque alternan fragmentos de diálogo con otros de acción con bastante acierto, si bien a algunos impacientes se les harán demasiado largos los primeros minutos del film en los que no destaca la parte épica. Algunos silencios son especialmente intensos. Son de esos en los que un suave suspiro se oiría en toda la sala. Yo personalmente tuve suerte con el público y no escuché ni las palomitas.
La estética y los personajes en Mazinger Z.
Un aspecto importante que se nota que han querido cuidar es la continuidad de los personajes originales, por lo que, si bien podemos reconocer los necesarios cambios por la edad, no han creado nuevos modelos. Con esto consiguen la complicidad necesaria de los que en su día fuimos niños y ahora volvemos con nuestras canas pero cargados de ilusión a ver esta nueva entrega.
Hay algunos detalles de humor que salpican con acierto la trama, mezclados también con esa estética sexy del manga tan característica. Algunos podrán ver un tono machista en ciertas escenas si bien, en mi opinión están enmarcadas en tono humorístico y serán bien contextualizadas por los que conocen la estética del anime. Además, a lo largo de la película, la mujer juega un papel fundamental en la trama y esto se hace notar en el desarrollo del argumento.
Experiencia en familia
Como experiencia personal puedo contar que fui a verla con mi hijo de 8 años y los dos pasamos un buen rato. Los 95 minutos que dura la película se nos pasaron casi sin darnos cuenta y se notaba un ambiente de satisfacción cuando sonó el tema de cierre y se encendieron las luces.
Eso sí, ningún niño de ahora podrá comprender como a un tipo de cuarenta y largos años se le ponen los pelos de punta cuando escucha de nuevo:
¡Mazingeerrrrrr! ¡Planeadooor abajo!
Para contrastar más opiniones te recomendamos leer las críticas sobre la película en la web de Film Affinity.